Lo que es seguro es que tenía una buenísima relación calidad precio. Toda la comida estaba deliciosa.

Este es nuestro hotel favorito, es un hotel de diseño en Estrasburgo, el personal es agradable. La habitación doble en la que dormimos era impecable y compacta. Había un montón de comida en el desayuno, incluido pasteles, queso y también huevos revueltos. Una ubicación buena cerca de todo en una zona muy tranquila. Cerca estaba el bonito local Indiana Cafe con bebidas calientes.

La cama de nuestra habitación era dura.

El hotel Okko es excepcional. Desde el momento en que llegamos, nos sentimos bienvenidos y atendidos. El edificio moderno y bien ubicado nos encantó. La habitación, aunque un poco pequeña, estaba diseñada de manera inteligente para aprovechar al máximo el espacio. El desayuno y la merienda ofrecidos fueron deliciosos y nos permitieron probar productos típicos de la zona. Además, nos sorprendió gratamente el aperitivo diario que disfrutamos en el salón, donde pudimos relajarnos y degustar vinos y delicias. Aunque no hay aparcamiento propio, el aparcamiento cercano es conveniente y económico. En general, recomendaría este hotel sin dudarlo.

En general, una experiencia estupenda para ser un viaje de negocios. Todo bien - nos ha gustado mogollón este hotel de diseño - la comida era bastante buena y el personal extremadamente educado. Habitación moderna y compacta con bebidas y con cervezas, una buenísima relación calidad precio, comparado con otros hoteles. La ubicación era excelente, estaba a 15 minutos andando del Palacio Universitario. También estaba muy, pero que muy cerca del tranvía y del centro y también de la estación del tranvía. En el bar de aperitivos hacen unas bebidas buenas.

Las camas eran súper cómodas, y había un televisor de pantalla plana, una cafetera, una plancha y tabla de planchar en la habitación.

La ubicación era bonita y perfecta, puedes visitar Le Vaisseau caminando. El personal extra educado y complaciente nos dio grandes consejos. La habitación era moderna y las camas cómodas.

El desayuno y la merienda ofrecen productos típicos de la zona. El personal es amable.Las instalaciones son modernas y cómodas.La ubicación es excelente, cerca del centro pero en una zona tranquila.

Todo fue maravilloso.

Un hotel muy limpio en una ubicación bonita y perfecta. El personal era extra educado, agradable y me ayudaron un montón con el parking público. El bar de vinos era increíble.

Me ha gustado la estancia aquí. El hotel era único, pero estuve solo 2 noches. Las habitaciones eran elegantes y únicas, con bebidas sin alcohol, café y además aperitivos. Había una ducha y un secador de pelo. El personal era extremadamente educado y complaciente y me echó una mano con el parking público.

Me ha encantado Estrasburgo, el hotel era único y perfecto, en el centro de la ciudad. Era un edificio elegante, las habitaciones eran funcionales y modernas. Tenía una ducha adaptada. Personal bastante amigable, ubicación excelente, lo suficientemente cerca de restaurantes y bares, de la estación de tranvía, del transporte público. Y es que estaba a una distancia cercana de Romulus Le, comí allí un par de veces.

El lugar era único y perfecto, me ha gustado mucho de verdad mi estancia.

El personal fue bastante amigable, así que volvería allí de nuevo. Un hotel muy limpio con comodidades limpias. La ubicación del hotel era excelente, cerca del tranvía. Además, estaba justo al lado del casco antiguo, de centro ciudad, del parlamento. Me dieron una habitación doble funcional con una cafetera, aperitivos y el cuarto de baño. Parking público y desayuno muy bueno con comida ligera, salami y avena.

Me gustó mucho la ubicación del hotel, ya que estaba bastante cerca del centro de la ciudad. Además, estaba muy cerca de la parada del tranvía, lo que hacía que fuera muy fácil moverse por la ciudad.

El desayuno era un poco escaso, con poca variedad de alimentos. Tal vez podrían mejorar la oferta de comida para el desayuno.

Me encantó, una buenísima relación calidad precio. El hotel se encontraba cerca del club, del centro, de una zona peatonal. Y es que estábamos en un lugar bonito y perfecto a poca distancia del Convento de los Dominicos. Además, estaba cerca de los medios de transporte público. La habitación que nos dieron tenía un espacio de almacenamiento y café. Teníamos un baño privado. El personal era bastante amigable y extra educado y aconsejaba a donde ir.

El personal que conocimos era inútil.

Me encantó el concepto del "club" donde puedes tomar algo gratis a cualquier hora del día y disfrutar de un pequeño bufé por las tardes. El diseño del hotel es muy bonito y el personal es excepcionalmente amable. Recomiendo especialmente a Flavien, quien nos atendió en español.

Me sentí realmente como en casa, no me puedo quejar.

Nos dieron una habitación única y elegante. Todos sin excepción eran complacientes y muy agradables.